Inflación,
inseguridad y rechazo a la reforma constitucional eran algunas de las consignas
con la que los manifestantes salieron a la calle el pasado 8 de noviembre a
protestar contra las políticas gubernamentales argentinas. A esos tres conceptos, se sumaba otro:
“No quiero que la Argentina se
convierta en Venezuela,
o aún peor, en Cuba” expresaba un manifestante sosteniendo un
cartel que rezaba “No somos Venezuela ni Cuba". “No queremos ser como Venezuela”, reclamaba
otra asistente con una pancarta donde se leía “¡Argenzuela no!”.
En la
polarizada política argentina se suele usar a Venezuela como una comparación casi
siempre negativa para criticar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. No
pocas veces se oye la frase "ya
estamos como en Venezuela". Esta permanente comparación es utilizada como
instrumento de hacer política por los sectores más opositores al kirchnerismo, que
no sienten simpatía por el mandatario venezolano y su proyecto político que
lleva ya 14 años.
Luego de un
relevamiento de medios realizado a fin de dar cuenta de la frecuencia con la que
aparece la cuestión “Venezuela” en la agenda mediática, he observado que desde los
grandes medios nacionales, en especial, los medios opositores al gobierno
argentino, hay una campaña de demonización de Hugo Chávez. Esto me genera una
pregunta: ¿Qué vemos sobre Venezuela desde los grandes medios argentinos?
La construcción de la realidad desde los medios
Todos
los medios de comunicación son observadores y a la vez
narradores de hechos, por lo tanto, lo hacen desde un punto de vista, incorporando
su subjetividad en el relato. Es decir, que tienen una mirada
particular sobre un hecho social, lo que implica una determinada construcción
de la realidad.
Considerando que los medios de comunicación son empresas y que como tales tienen
intereses económicos y políticos que defender, cabe entonces preguntarse:
¿cuánto influye la posición ideológica de un medio en el
tratamiento de las noticias y qué tan independiente se puede ser a la hora de
publicar la información?
Consultado por este tema, el periodista y locutor nacional Horacio Barrionuevo, quien trabaja en la radio RD 99.1 de Paraná, opinó:
- "Cada medio construye sus editoriales a partir de la ideología que le parece correcta, la que quiere difundir y la que le conviene transmitir. Por eso, creo que esa posición ideológica influye a la hora de publicar o hablar de ciertos hechos. No hay una total independencia (del periodista), al menos cuando el medio funciona como una empresa,- salvo los medios comunitarios que no tienen fines de lucro-. No existe independencia si no hay independencia económica; a veces no se puede negociar (el tratamiento de una noticia) con quien te permite mantener el medio de comunicación". (escuchar audio)
Es indudable que el entramado de los medios no es ajeno a la difusión de contenidos ideológicos. En este orden de cosas, es preciso considerar cómo el sistema de los medios de comunicación tiene un importante papel como reproductor y reelaborador de nuestra representación de la realidad.
Los medios hegemónicos instauran en la agenda del día los contenidos que serán protagonistas y de los cuales la sociedad hablará. Pero no sólo intencionalidades políticas se esconden detrás de las noticias, también hay temas económicos o sociales que son presentados de determinada forma para atraer la simpatía o antipatía de la opinión pública.
Objetivo:
¡Odiar a Chavez!
La construcción de una imagen negativa de Hugo Chávez se hace presente
en dos grandes medios argentinos: Clarín y La Nación. Al relevar algunas
noticias de estos medios concluyo que en reiteradas ocasiones se menciona a Chávez como un dictador que lo quiere
todo, que viola los derechos humanos, que
es un golpista, un autoritario, un demagogo, que presiona a los periodistas,
que es ambicioso, que deteriora la democracia, que amordaza a la prensa, que aprueba
expropiaciones exprés, cierra canales y emisoras de radios, que controla a las
FARC, que responde a Cuba, que apoya al Hezbollah, que ataca la libertad de
expresión, que siembra el odio, que no escucha a la oposición, que abusa de la
cadena nacional, que polariza a la sociedad, que no vivirá mucho tiempo, que es irrespetuoso, desfachatado, entre otras calificaciones.
Si nos detenemos a analizar los procedimientos y estrategias, es sencillo advertir que la función de los medios de comunicación dista mucho de ser fiel y objetivo ante los hechos. . Cada vez es más frecuente que las decisiones periodísticas se conviertan en decisiones político-económicas de un grupo empresarial que influye en todos y en cada uno de los contenidos que se emiten desde sus medios.
Hoy el objetivo es Chávez, no sólo por su acercamiento con el gobierno argentino, del cual estos medios son fervientes opositores, sino por lo que representa en el contexto regional y que bien explica Horacio Barrionuevo:
-“Chávez ejerció y ejerce un importante liderazgo en América Latina y es casi el líder de lo que es la izquierda democrática; bajo este liderazgo se han creado importantes organismos internacionales para el llamado “desarrollo alternativo”, como son el Unasur o el Alba, organismos que se han puesto al hombro la lucha antiimperialista…”(escuchar audio)
El propósito de convertir a Chávez en noticia permanente, positiva o negativa, es captar la atención de las audiencias y mostrar las posibles fallas del líder venezolano, para construir opiniones desfavorables. Sin embargo y pese a estas construcciones simbólicas, durante los últimos 14 años la voluntad popular venezolana ha mantenido en el poder a Hugo Chávez con un gran promedio de aceptación, es decir que entre el desprestigio con el que cuenta en el exterior y la alta aceptación de sus compatriotas, queda demostrado que asistimos sin lugar a dudas, a una realidad virtual construida.
Para escuchar entrevista completa: http://www.goear.com/listen/ba17c77/entrevista-completa-horacio-barrionuevo
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